Alejandra descubrió que lo que la inspira es el amor por su profesión. “La belleza lo es todo, y cuando tu actitud refleja que te sientes bien, eso se nota” dice Alejandra González. Son 15 años los que lleva trabajando como estilista, y de ésos, son 12 los que ha sido parte del equipo Ferrer. “Decidí ser estilista cuando vi por primera vez el programa Rojo, Fama contra Fama. Ahí me dije: ‘quiero ser peluquera’”.
“Para mí la belleza es un concepto tan abstracto, en el fondo hay que encapsular. pero me gusta sacar lo mejor de la belleza en las personas”
Mi inspiración del día a día, son los clientes. Uno se topa con gente súper interesante, y me gusta ver cómo uno puede cambiar para bien la manera en cómo ellos se sientan en ese momento.
La tendencia que creo que se viene para este verano son los cobres, colores llamativos que están en armonía con el ambiente, “por lo que creo que los cobres serían potentes para estas fechas”.
“La belleza para mí, es verse bien arreglada, verse pulcra, que haya preocupación de tu persona”
La decisión de ser estilista fue algo innato, yo en el colegio andaba preocupada de cómo se veían las personas, qué corte le podría hacer o maquillaje. Mi inspiración es que la gente ande arreglada y se vea bien. Que se vean y se sientan lindas.
Mis clientes son más importantes que el dinero, así de importante son para mí. Soy super preocupada que todo sea correcto. Es un gran compromiso que tengo con ellos, “lo más importante es que ellos se sientan bien atendidos y entendidos”.
“La belleza es un complemento de nosotros, ya que si no partimos por querernos nosotros mismos, la belleza exterior es lo de menos. Pero en un plano general es todo, es actitud”.
Lo que más me inspira como estilista es que te puedes desarrollar en varias áreas, además de mis clientas, que todos los días llegan con un desafío nuevo. Yo creo que el peluquero ya dejó de ser “solo un peluquero para sus clientes”, ahora pasó a ser parte de su vida también. Muchas veces ocupamos el rol de psicólogo, por lo que ellos prefieren venir a la peluquería que a su psicólogo. Más allá de entregarles un servicio, es entregar empatía. Crear un lazo cualquier sea, con eso me doy por pagado.